El trabajo sexual, a menudo rodeado de controversia, malentendidos y estigmatización, es una realidad para muchas personas en Suecia. El marco legal sueco, conocido como el "Modelo Nórdico," penaliza la compra de servicios sexuales pero no la venta, con el objetivo de reducir la demanda y al mismo tiempo proteger los derechos de los trabajadores sexuales. Esta distinción legal destaca la necesidad de proporcionar apoyo y recursos a los trabajadores sexuales sin criminalizar sus acciones.
Varias organizaciones en Suecia están dedicadas a comprender los desafíos únicos que enfrentan los trabajadores sexuales y a ofrecer la asistencia esencial:
Estas organizaciones proporcionan servicios cruciales, incluyendo asistencia legal, atención médica, asesoramiento y defensa, asegurando que los trabajadores sexuales en Suecia tengan acceso a la ayuda y el apoyo que necesitan.